Cuando los discos se desgastan pueden acusar más fácilmente sobrecalentamiento, que hará que se agoten (fadding) y pierdan mordida o capacidad de frenado. Los discos también pueden sufrir daños que reducen su capacidad: rayado e incluso cristalización.
Es importante Realizar el cambio liquido de frenos periódicamente, que también disminuye sus componentes con el paso del tiempo y del uso, sobre todo por la absorción de humedad, por la temperatura o por la entrada de aire al circuito.
La falta de mantenimiento de la suspensión puede llevarnos en el peor de los casos a un grave accidente derivado de la falta de estabilidad del vehículo.